Si existiera un aparato que midiera los picos de estrésssssssss este sería uno de esos días en que el pico de estrés en mí estaría por las nubes. No siempre mis días son así a las corridas, hoy fue de esos días en que me la pasé subiendo y bajando escaleras, hasta que me di por vencida y me traje la pc acá cerca y mientras la escaneo, aprovecho para tomarme un respiro y sentarrrrmeeee, y de paso aprovecho para escribir, puse el aire acondicionado ya casi estoy cómoda, pero no del todo, pq tengo hambre, pero no tengo tiempo para comer, al menos no por ahora, mi descanso será breve.
Buenos Aires, hoy parece agitada, no entiendo bien por qué, al parecer son los finales en los colegios, profesorados, etc etc que veo a todos los estudiantes corriendo haciendo trabajos, impresiones, etc etc... y también están los otros que no son estudiantes y deben ser los que van o vienen de sus trabajos, pero todos corren, la vida en una ciudad grande como Buenos Aires, siempre es así, no recuerdo que ni yo haya caminado despacio por estas calles. Recuerdo que por años, mi rutina diaria, no era ir al gimnasio, sino más bien, levantarme temprano, ir a la facu, si es que tenía clases a las 7 de la mañana y eso implicaba el levantarme como a las 4:30 a 5:00 de la madrugada, salir corriendo a tomar el colectivo hacia la estación, tomar el tren sarmiento, que por cierto no es de lo más recomendable pero es la única opción rápida para llegar al centro. Llegar hasta la terminal del centro del tren implicaba, salir de los vagones corriendo ir a tomar el otro colectivo hasta la facu, tomar las clases, luego salir corriendo a tomar el subte o si con suerte ese día el docente terminaba un poco antes la clase, uno podía darse el lujo de ir caminando al trabajo y así llegar más relajada, luego el trabajo, siempre me gustó lo que hacía o más bien hago, me refiero a mi profesión, ahí no se corría con los pies pero como sea había que estar siempre acelerado, osea que luego de eso terminaba con la mente agotada... luego del trabajo debía salir nuevamente a las corridas a tomar el colectivo y rogar que ese día no hubiera congestionamiento en las calles que sino llegaba tarde a clases. Dependiendo de la materia que estaba cursando a veces salía a las once de la noche o si salía temprano era a las 10, y nuevamente había que hacer el viaje de regreso, y obvio a las corridas para no perder el tren, que a esas horas perder un tren implicaba estar por media hora más esperando el siguiente tren, por lo tanto era llegar ya casi de madrugada a casa.... y mientras tanto dar señales de vida en el viaje de regreso, avisando por el celular... no te preocupes má, ya estoy en el tren, ya subí al cole, o estoy tomando un remis a casa y me dejará en la puerta. Buenos Aires es una ciudad que no duerme por lo tanto los chorros (ladrones) tampoco duermen y de noche puede ser una ciudad muy peligrosa, pero a veces basta con tener bien los pulmones como para gritar tan fuerte que queden sordos y salir corriendo.... puede sonar anecdótico y hasta cómico pero les aseguro que da resultado.
Corridas.. digo ahora, por qué será que no podemos poner un freno a eso?... qué andamos persiguiendo?, ser responsables?, un título? bienestar? felicidad? qué nos hace correr?, es el tiempo que no para.. que como verdugo anda tras nuestros pasos pisándonos los talones.. parecemos un ratón que anda tras un queso que no puede nunca atrapar, porque si hoy buscamos algo, y..... lo conseguimos, mañana será otra cosa la que nos haga correr; tampoco quiero decir que debiéramos ser conformistas y ser quedados, que como carretilla necesitemos que nos estén empujando para hacer algo, sino mas bien que pensemos que mientras vivamos corriendo pensemos simplemente cuantas cosas podemos dejar pasar por estar tan afanados en buscar vaya uno a saber que cosa... y en esas corridas hasta quizás llegue un momento en que perdamos de vista lo más preciado, espero que así no sea....
Bueno hoy me tomé mi tiempo, descansé.. seguro dentro de unos minutos más seguiré corriendo, pero al menos tendré presente que me di mi tiempo, quizás tiempo solo para escribir, pero tiempo al fin, una pausa.. y eso es suficiente.
Luego también antes de cerrar estas líneas... ten presente que bien de mañana uno puede optar por no levantarse a las corridas, sino más bien tomar como el momento más oportuno esas horas tempranas para que puedas dedicarte a pensar en lo sublime, comunicarte con tu creador, si no lo hiciste hoy, mañana podés hacerlo.. pero no dejes que las corridas del día te hagan perder ese contacto.
Pum!!! y se terminó la pausa... snifff...