jueves, mayo 14, 2009

La historia del tío

En unos días sería el cumpleaños del tío "mono" así lo conocimos, con ese sobrenombre, su verdadero nombre Julio; no recuerdo si fueron 5 o 4 años el tiempo que pudimos conocerlo. Y digo conocerlo porque ya no está, el lunes pasado como a las 16:30 falleció, cuando mi mamá me llamó para decirme que había fallecido el tío o abuelo, que también así lo considerábamos, sentí un alivio por él y dije gracias Dios!. Agradecí a Dios porque el tío terminaba con su sufrimiento. Pero al día siguiente tuve que viajar para ir al velorio, y ese día sentí mucha tristeza, esa misma tristeza que con mi familia sentíamos cuando lo íbamos a ver y él no tenía a nadie sino solamente a nosotros; creo que el tío además de la enfermedad se dejó morir de tristeza; la última vez que lo vi sé que apenas nos reconoció conteniendo las lágrimas le leí el salmo 23, y mi otra hermana hizo la oración, era la despedida, era obvio que quedaba poco.

¿Quién era el tío?

Mono, monito así lo llamaban sus conocidos, vivía en la calle, lo que acá llamamos linyera, dado a los vicios, alcohol, cigarrillo, desaliñado, sucio.

Cuando mis papás nos lo presentaron parecía una persona asustadiza, no hablaba nada, mis papás le habían dicho que viniera a comer a casa todos los días al mediodía, y entre mis tíos y mis papás habían hecho una casita en un terreno que tienen cerca de casa y le ofrecieron al tío para que viviera ahí, a pesar de que en esa casa tenía todo, no acostumbraba bañarse y cuando venía a comer a casa tenía olor y era difícil comer junto a él en la mesa. Verlo en la mesa era como ver a un animalito salvaje, sin modales, y mudo.

Mis papás fueron los que comenzaron a hacerse cargo de él, cosa que admiro; yo sé que a veces mis papás debían tener mucha paciencia, porque además de ser éste desconocido un viejito descuidado y de la calle, muchas veces se enojaba cuando le decían que debía asearse le decían que si no lo hacía por él por lo menos lo hiciera por nosotros, y alguna que otra vez se llegaba a enojar y se iba, pero después regresaba, porque cada vez que se iba regresaba porque sabía que en la calle la realidad era dura, a veces iba y nos contaba que alguno de sus amigos ya había muerto. Y así quizás comprendiendo que lo mejor era comenzar a cambiar de vida, dejó el cigarrillo; la bebida la había dejado antes, un tiempo antes.. de hecho ésa había sido la primer condición para venir a casa; que debía dejar la bebida, pero con el cigarrillo aún seguía y todos los días después de comer salía de casa casi corriendo a fumar. En casa nadie fuma y no se puede fumar en mi casa, y él tenía tal fuerza de voluntad que bastó una vez para que le hablara mi mamá y le dijera que dejara de fumar y así lo hizo.

Él era bruto y tosco como él solo, tenía una mirada profunda y a veces solo te miraba sin decir una sola palabra, no sé tal vez fueron casi dos años hasta que empezara a soltarse, o por lo menos a comenzar a hablar.

Como nosotros vamos a la iglesia mis papás también le dijeron que sería bueno que nos acompañara y así fue.. y comenzamos a compartir nuestra fe con él, ya asistiendo y participando de las actividades de la iglesia se bautizó, y por compartir más con él de a poco y con el tiempo comenzó a ser parte de nuestra familia, lo adoptamos y él nos adoptó.

Con el tiempo comprendimos que su modo de ser, se debía a que había quedado huérfano de niño, en su juventud había vivido al día, de joven, siempre había trabajado pero gastaba el dinero, nunca se compró nada, nunca se casó, ni tuvo familia, su vida habían sido las apuestas ir a ver los boxeos, jugar divertirse e invitar a sus amigos, hasta gastar todo y así se dio a los vicios hasta que terminó en la calle, dejándose al abandono, y ya viejo y borracho obviamente nadie le daba trabajo.

Yo no sé si estando en el lugar de mis papás y mis tíos que le dieron una casa donde vivir lo hubiera hecho, porque pienso que las personas muchas veces no somos de los que nos arriesgamos a dar un techo a alguien que no es de nuestra familia y que encima viene de la calle, pero ellos lo hicieron, entre mis tíos y mis viejos le dieron un techo y su trabajo era cuidar ese techo. Tampoco creo que yo me hubiera animado como mis papás de llevar a alguien a casa a comer en nuestra mesa, y lo hicieron y hoy me alegro que así haya sido, porque esos hechos nos llevaron a adoptar y a querer al que llamé mi tío, y para él fue la oportunidad de tener una familia, por sangre no nos unió nada pero sí por afecto y aunque mi familia es imperfecta, fuimos la familia que mis padres le brindaron.

Lamentablemente el tío tuvo poco tiempo, apenas unos años para sentirse que formaba parte de una familia, a veces nos resultaba gracioso, como venía a casa todos los días a la gente les decía que mi papá era el hermano y nosotras sus sobrinas, en la iglesia era conocido por nuestro tío, de hecho lo veían a él con su camisa limpia a veces con traje y zapatos bien lustrados que ni ahí que imaginaban el estado en que lo habíamos conocido.

Del hombre tímido y asustadizo ya había poco.. de hecho antes de que le detectaran la enfermedad (cáncer de esófago) hasta nos hacía bromas nos ponía sobrenombres, era uno más de nosotros como si fuera mi abuelo o el tío abuelo, él sabía que incluso si íbamos a algún cumpleaños de alguno de mis tíos o las fiestas de año nuevo él iba con nosotros, los fines de semana nos esperaba, los fines de semana son los días en que vamos a la casa de mis papás, y a mí esperaba con ajíes que él cultivaba para que yo me llevara a mi casa, porque sabía que me gustan los ajíes. Cuando ya había comenzado a reír, a hablar, a soltarse y sentirse en familia, también comenzó a sentirse mal de salud, al principio creímos que eran anginas, mi hermana comenzó a hacerle los estudios hasta que lo internaron, y ahí le detectaron el cáncer. El no podía ni quedar internado porque era NN pero con contacto con sus colegas mi hermana logró que lo internaran. El cáncer avanzó tan rápido que en 4 meses terminó con su vida, le habían hecho una traqueotomía, no podía comer por lo que todo ese tiempo se alimentó con sonda, fue terrible para él y también para nosotros. No hablaba.. solo podía comunicarse escribiendo en una cuaderno, fue terrible.

Hubo un día en que nos puso muy tristes como todos los fines de semana fuimos a visitarlo al hospital y leímos en su cuaderno de notas que había soñado con su sobrino y que éste lo había ido a ver y que lo extrañaba (tiene un sobrino con el que casi toda su vida ni contacto tuvo), si bien mis papás le habían avisado a su sobrino que su tío estaba enfermo y el primer fin de semana el sobrino fue a verlo, pero luego ya no regresó y al no regresar después, puso triste al tío, y tuvimos que mentirle al tío; diciéndole que si no venía el sobrino era porque seguro estaba muy ocupado o estaría solo en la casa con sus hijos que no podía viajar hasta el hospital, entonces nos dimos cuenta que el viejito que habíamos conocido que parecía insensible que siempre había sido insensible incluso con sus sobrinos, a los que jamás en su vida había ido a visitar ahora estaba llorando tan solo por haber soñado a uno de ellos, y eso nos causó mucha tristeza, no tener a alguien de su familia cerca creo que fue una de las cosas que también lo mató. Y aunque nos tenía a nosotros, eso no era suficiente, a nosotros también nos hubiera gustado que mientras estuvo internado hubiera recibido más visitas y no solamente de nosotros, pero cuando no se tiene a nadie.. no hay nadie en los momentos tristes.

El día que lo enterraron, con mis hermanas le dejamos una corona de flores con una pequeña inscripción "tus nietas de corazón". Sé que no sirve porque los muertos nada saben, pero eso fue él.. nuestro tío-abuelo.

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