domingo, septiembre 30, 2007

La Gran Ciudad, sorprende.. luego atrapa

Era una mañana calurosa cuando partimos de Salta, a Tucumán en un viaje corto nos encontrábamos en Tucumán listos para abordar el tren, que nos llevaría a Buenos Aires, una tarde en que parecía que estábamos en un horno, una característica de Tucumán es que hace mucho calor allí.
Abordamos el tren, e imagino que fue al día siguiente que estábamos llegando a Buenos Aires, no recuerdo bien, pero sí puedo recuerdar que fue entonces cuando comprendí que Buenos Aires realmente era una GRAN ciudad, el viaje fue largo y no veíamos las horas de estar en Buenos Aires, ver a los primos y tíos era lo que nos motivaba a llegar rápido; pero ya estando en territorio de la provincia de Buenos Aires luego de ver solo pampas y pampas comenzamos a ver las casas y más casas, así que nosotras presurosas creyendo llegar a la terminal, nos alistamos, fuimos al baño a arreglarnos un poco, para estar algo presentables, pero pasaba el tiempo y nada, seguíamos viendo casas y más casas, nunca llegábamos a la terminal de Retiro, pasó una hora, y otra y seguíamos en el tren, el paisajes de las casas parecía de nunca acabar, y así hasta que oscureció, habían otros trenes que nos cruzaban por el otro carril, algunos se detenían, subían pasajeros y seguían su marcha, el nuestro nunca se detenía pero tampoco nunca llegaba a destino; finalmente llegamos como a las 9 de la noche a la terminal, no había nadie esperándonos, porque mi madre no había confirmado el día ni la hora de llegada. Como ella conocía el modo de llegar hasta la casa de sus hermanos; nos llevó a tomar el colectivo (micro, bus) que nos llevaría a la casa de un tío, mientras pasamos hacia "el bajo" a tomar el otro colectivo (el bajo, se llama a una zona del microcentro porteño). Veíamos los edificios que eran altísimos, y elegantes, yo recuerdo que me sentía asombrada y maravillada por ver tan linda ciudad, las luces, todo me parecía hermoso, pero también estaba algo asustada, venir de una ciudad pequeña siempre lleva a asustar y asombrar una ciudad tan grande. Finalmente llegamos a la casa de uno de mis tíos, años atrás habíamos estado allí, pero esta vez desconocía el lugar. Fue una alegría para nuestros tíos vernos y para nosotros también lo era, era muy tarde y mis primos ya estaban todos durmiendo, pero recién comenzaba nuestra aventura, así que tiempo para jugar y compartir, era lo que había.
Al día siguiente nos encontramos con los primos, todo era novedoso, era hablar y compartir. Ahí en la casa de mi tío nos hospedaríamos, mientras mis papás y mi hermana mayor iban a continuar con los trámites, nosotras teníamos todos los siguientes días para jugar, estar con los primos y hacer más amigos, y también conocer al resto de los primos no tan cercanos. Y así fue que otro de mis tíos nos llevó a su casa a conocer a sus hijos, recuerdo bien que cuando íbamos en el tren, él se quedó dormido, estaba cansado venía del trabajo y nos dijo, chicas voy a dormir un rato.. y cerró los ojos y quedó dormido, nosotras que no estábamos acostumbradas a que los viajes fueran largos dentro de una misma ciudad.. temíamos que mi tío siguiera durmiendo y nos pasemos de estación, y nos mirábamos y teníamos ganas de despertarlo, pero no nos animábamos porque no teníamos tanta confianza con él, y estábamos así asustadas pero él acostumbrado a la vida aquí, eso de dormir y no pasarse de estación, ya lo tenía incorporado; hoy con los años sé que acá solemos viajar así.. durmiendo mientras se viaja porque el viaje es largo, de hecho yo también lo hago.
Con todo los primeros días estaba todo divertido mis hermanas menores yendo a la colonia de vacaciones con mis primos, yo no iba a la colonia pero la pasaba bien, sin preocupaciones ni nada; pero no era así del otro lado de la familia, mis papás y mi hermana mayor que estaban haciendo los trámites veían que todo el tema de los papeles demoraba, se necesitaba dinero para todo eso, y ya la plata no estaba alcanzando, no sé bien por lo que habrán pasado mis papás, al ver que el dinero se escurría y encima estaban con sus hijas, así que mi papá comenzó a buscar trabajo, él docente de toda la vida, difícilmente podría conseguir trabajo, no sabía de carpintería, ni albañilería, ni plomería ni nada.. ningún oficio, así que su primer trabajo acá, creo que fue una de las cosas más difíciles que pudo hacer, no por el trabajo en sí sino porque él allá en Bolivia era un docente que tenía su prestigio, director de escuela, buen maestro, machista como era, nisiquiera en casa sabía barrer algo; pero ahora estaba trabajando barriendo las plazas, para una persona no acostumbrada a eso, puede ser humillante eso, y creo que para mi papá lo fue; pero yo sé bien que hizo todo eso por nosotras, si no hubiera querido que mi hermana un día fuera profesional, nada de eso hubiera hecho, y nada hubiera sacrificado, imagino que él pensó.... bueno estoy acá trabajo de esto en estas vacaciones luego terminamos con los trámites y regresamos como siempre a nuestra vida tranquila allí en Tupiza(Bol), con la diferencia de que mi hija y luego mi otras hijas tendrán la posibilidad de poder estudiar en alguna universidad de Buenos Aires.
Y los días pasaban, ya estábamos terminando el mes de febrero y aún los papeles seguían en curso, las clases en Bolivia ya habían comenzado, así que nos estábamos atrasando, pero decíamos que era cuestión de esperar tan solo unos días más y ya.. pero nada.. luego las clases iban a comenzar acá.. y el tiempo pasaba y mis papás no estaban dispuestos a que perdiéramos el año, así que comenzaron a planificar que por las dudas intentaríamos anotarnos en alguna escuela para luego pedir el pase e irnos, así que buscar un lugar en donde estar era necesario ya que ya no podíamos estar de visita en la casa de los tíos. Uno de mis tíos nos ofreció un terreno donde tenía una pequeña casa y allí nos fuimos, no teníamos nada para estar en esa casa, ni vasos, ni cucharas ni ollas ni camas ni nada que hace falta para que una familia esté habitando un lugar, pero fue allí donde comenzamos a ver cosas maravillosas, de todos lados comenzaron a traernos cosas, e incluso cuando comenzamos a estudiar en la escuela, una familia que recién conocíamos nos dio libros para armar una pequeña biblioteca, desde los diccionarios, manuales, libros de historia, cuentos de todo, pero muchas veces sé que mis padres y nosotras mismas nos preguntamos ¿qué estábamos haciendo ahí en una pequeña casa de dos piezas?, cuando allá teníamos nuestra casa con una habitación para cada una, no teníamos necesidad de estar usando cosas prestadas, pero las cosas se estaban dando así, ya cuando supe y vi que mi papá estaba trabajando limpiando las plazas comenzamos a sentirnos mal, ya Buenos Aires, no estaba siendo el lugar de paseo... pero todo era por los benditos papeles para luego poder estudiar libremente, y mi papá para hacer su radicación para poder venir cuando quisiera y no estar dependiendo de mi mamá para cualquier trámite... pero "alguien".. estaba dirigiendo todo, porque hasta sin querer ni saber, terminamos inscriptas en uno de los mejores colegios que había, que para muchas familias que son de acá.. se les hacía difícil y hasta imposible ingresar ahí... ¿pero cómo se dio todo?.. les contaré en el próximo post.
Puedo decir.. que Dios tuvo un sueño para nosotros, un sueño mejor al que pudiéramos soñar, y que lo llevó acabo, muchas puertas se nos abrieron, cuando nosotros ni pretendíamos tocar esas puertas, pero también en muchas ocasiones vivimos situaciones difíciles que nos hicieron llorar y soñábamos con regresar, solo Dios sabe; fue difícil para nosotros entender eso, pero cuando dejas que el control lo tenga El, todo resulta para bien.

2 comentarios:

Vania B. dijo...

Me encanta la historia de tu familia. Como siempre, voy a esperar la continuación, aunque tarde meses jeje.

Te abrazo hasta Bs. As.

Fran Invernoz dijo...

Coincido con capsula del tiempo (que nombre bonito, verdad?) admiro y me encanta tu amor familiar y sigues siendo una viajera incansable. Te leo.

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