lunes, mayo 29, 2006

Reencuentros


Era una mañana en la que lloviznaba, el cielo gris, todo nublado, parecían las nubes estar a pocos metros de la superficie de la tierra, muchísima humedad, en los cerros verdes se podía ver el vapor que iba subiendo, un día así, era imposible que saliera el sol, no me gustan los días de lloviznas ni grises, pero así llegaba a Cochabamba, una ciudad grande; yo sin tener idea a dónde iría, en mi agenda tenía el número de teléfono de un primo que hace aaaaños no veía, él vivía acá en Buenos Aires pero un día se fue para aquellos lados, conoció a alguien y se quedó allá, un día antes había llamado a su casa avisando que estaba yendo para allá, pero no lo encontré, apenas dejé un mensaje con la persona que atendió al teléfono, pero ni bien me entendió.
Así que llegué a la terminal y no había nadie esperándome, fui a dar un par de vueltas y buscar una casa de cambio; entonces nuevamente llamé a mi primo, resulta que él acababa de llegar de la terminal, había ido a buscarme pero no me encontró, claro, él fue mucho más temprano de la hora en que yo llegué, y pobre tuvo que regresar a buscarme; tantos años habían pasado de no tener contacto con él, que ni enterada estaba de que hasta se había casado, y que ya tenía dos hermosas hijas, estando allí también me encontré con otros primos que así como él, decidieron irse a vivir allá; así que estaba rodeada también de sobrinos, sobrinos que recién conocía y que mis hermanas nisiquiera conocen, que de hecho al principio me sonaba raro que me dijeran tía, acá no tengo sobrinos, así que .. que me llamen tía es raro para mi, en el camino a su casa iba observando el paisaje, rodeada de montañas, con cerros verdes, clima templado, que a pesar de la lluvia, sabía que mi estadía allí iría a ser genial, el reencontrarme con parte de la familia fue bueno, me hizo bien y me hacía falta, una de mis primas había sido una de mis compinches de travesuras cuando tenía 4 años, y ahora la veía con dos hijos grandes y no sé.. parecía que hasta éramos de épocas distintas, ella toda una mamá responsable pensando en que tenía que llevar a los hijos a natación al nene a jugar fútbol, ir a trabajar y yo, me sentí por un lado una privilegiada por no tener esas responsabilidades y a la vez irresponsable porque no podría con todo eso, porque yo sigo con mis andanzas, y mis mayores preocupaciones quizás son pensar a dónde me iré en mi próxima vacación. Igual la pasé genial con ellos, porque me sacaron a pasear a todos lados. Como estas fotos un día en que mi prima me llevó al cerro del Cristo de la Concordia, similar a la que está en Brasil, pero más alta es esta estátua, de ahí arriba se puede apreciar toda la ciudad, aunque no pude subir a la estátua, ya que estaba cerrada por reformas.... mala suerte la mia, pero en fin.


Esos no eran los únicos lugares a los que me llevaron a conocer, y cuando ellos no podían salir conmigo pues me iba sola y así salía a recorrer el centro, la cancha (que es el mercado), e incluso me fui hasta una ciudad cercana, Vinto, lugar que quería conocer porque allí se encuentra la universidad adventista.

Un domingo hicimos como una especie de picnic en La Angostura, comiendo pescado, aunque también lloviznaba, pero eso no fue impedimento para que ese día disfrutáramos jugando, en la foto de abajo estoy pasando de un cerro a otro sentada en una silla colgante, por sobre un lago, que estaba abajo.

Pero cuando fui a Bolivia, mi idea era ir a conocer el Salar de Uyuni, y que por ciertas circunstancias mi ruta había cambiado, por sugerencia de mi hermana, en internet había buscado información sobre Villa Tunari, un pueblito ubicado en el trópico boliviano, en una zona llamada el Chapare, región donde se cultiva la hoja de coca y donde el actual presidente de Bolivia, Evo Morales, hizo su carrera sindical. Pero ya llevaba varios días ahí la estaba pasando bien, pero aún faltaba hacer la gran aventura al trópico.



Pero... si quería salir y seguir viajando, tenía que despedirme de los primos, sobrinos y toda la nueva familia que había conocido, con quienes me habia encariñado y que me hicieran sentir tan bien, pero el viaje continuaba y había que despedirse de ellos, y sucedió que estando allí en Cochabamba, llegué a contactarme con viejos amigos de la infancia, y allí comenzaría la aventura más inesperada de mi viaje.

4 comentarios:

manchomelo dijo...

Que bueno que hayas tenido una experiencia bonita ... uno se cansa del estereotipo o de los blogs gringos donde siempre parece que hubieran llegado a Marte ... Salud por ello.

Lilian dijo...

jajajaja.. bueno si fue una bonita experiencia vivida, y espero repetirla, gracias por visitarme;)

Anónimo dijo...

Greets to the webmaster of this wonderful site! Keep up the good work. Thanks.
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Anónimo dijo...

Very pretty site! Keep working. thnx!
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